En Basílica conservamos el sabor de la herencia Cusqueña

Lo que procuramos es la profunda conexión con las tradiciones y festividades de nuestra querida ciudad. Nos enorgullece ser parte de las costumbres de Cusco. Cada fecha especial es una oportunidad para celebrar nuestra cultura a través de los aromas y sabores que nos definen.
En Semana Santa, nuestras vitrinas se llenan de empanadas, suspiros, condesas y maicillos, dulces y panes que evocan recuerdos y son parte indispensable de las celebraciones familiares. Con la llegada de Todos los Santos en noviembre, nuestra panadería se transforma. Honramos a nuestros seres queridos con los tradicionales panes Wawa y Caballo, piezas que son mucho más que un alimento: son un símbolo de cariño y memoria que une a las familias.Y en Navidad, el aire se impregna con el inconfundible aroma a panetón.
En Basílica, preparamos este clásico navideño con una dedicación especial, asegurando que cada bocado sea un recordatorio de la calidez y el espíritu de la época.En Basílica, entendemos que nuestro pan es una parte viva de la cultura cusqueña.
Estamos orgullosos de ser custodios de estas tradiciones y de compartir con ustedes la riqueza de nuestra raíz andina. Nuestra marca no solo alimenta, sino que también celebra y honra la historia de nuestra tierra.Porque para nosotros, cada pan horneado es un homenaje a Cusco.